Cuando somos pequeños los besos son algo que hace todo el mundo y por qué no, nosotros, sin pensar y sin conocer lo que significa. El amor nos parece un juego al que juegan los mayores y tambien queremos probar, algo divertido que solo trae consigo risas, pero conforme te haces mayor te das cuenta de que, no todo es felicidad, pero tampoco dolor. Hay un punto intermedio, cuando tienes a quien amas, todo es maravilloso, el mundo es mas brillante, pero cuando todo termina el dolor es tan insoportable que hay quien dice renunciar a el para siempre, porque no recuerdan la felicidad, la euforia y las sensaciones que sienten, piensan con el corzon roto, el alma destrozada y un por qué en el cerebro.