lunes, 16 de enero de 2012

Me siento mal, como una mierda, no me hablas y eso hace que mi estado de humor empeore, pero, hay que mirar hacia arriba y no permitir que te afecte demasiado, por dentro estoy por los suelos, pero lo soluciono con unos tacones de diez centímetros, me siento débil y fea pero no dejo que se note, maquillaje y un vestido que no demuestre lo que siento. Salgo de mi casa junto a mis amigas, riendo y gritando. Los pies me duelen, mi ropa a lo mejor es demasiado corta y sé que mi hígado se quejará, pero hemos salido para olvidar y hasta la mañana siguiente no pensaremos demasiado en el amor.
Las canciones, las palabras, las notas que se pierden en el aire tras salir de los auriculares del reproductor de música, esas que pones con el volumen al máximo solo para evadirte del mundo exterior, de todo lo que oyes, para poder adentrarte en tu cabeza, esas que oyes, pero no escuchas por pensar en alguien.
Ya está, lo tengo decidido, si no piensas en mi, yo tampoco lo haré, si no sueñas conmigo, tampoco yo soñaré, si no me hablas, no comenzaré yo la conversación, si no me buscas, yo no lo haré, si no me extrañas... Para qué engañarnos... Si no piensas en mi lo haré por los dos, si no sueñas conmigo, los tendré yo el doble de maravillosos, si no me hablas, yo buscaré mil y una excusas, si no me buscas, yo me encontraré contigo, si no me echas de menos... Bueno, de eso no te puedo prometer nada porque estoy segura de que no se puede extrañar a alguien más de lo que yo lo hago.